Esta sistematización fue perfeccionada en el renacimiento por Robert Burton donde confirma que las emociones tienen una directa influencia en los humores corporales como en el caso de la tristeza que generaba una hipersecreción del humor biliar negro.

Mas adelante, con Charles Darwin se intento exaltar un patrón innato de comportamiento en las emociones más importantes como la tristeza, que causa en la mayoría de las personas una baja en la temperatura de esta. Sin embargo durante la segunda mitad del siglo XIX esta teoría perdió prioridad con el nacimiento de la psicología como ciencia y desde ese entonces esta se ha enfatizado en el exterior del ser humano y su comportamiento, engrandeciendo así la gran barrera entre el estudio del hombre desde la Medicina y desde la Psicología.